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domingo, 22 de mayo de 2011

Tizimin Nuevo

TIZIMÍN NUEVO

(Impresiones)

Por: Dr. Ramón Espadas y Aguilar.


En 1916, cuando era inspector escolar, tuve la oportunidad de conocer la villa de Tizimín; recuerdo que para trasladarme de la estación de ferrocarril, de madera con techo de láminas de zinc, no había mas recursos que utilizar mis propios pies hasta céntrica escuela en la que descansé por breves momentos para luego tratar de hallar algún hotel que me ofreciera comodidad y alimentación.
Inútil fue mi empeño y el caminar sobre calles pedregosas y de trecho en trecho llenas de lodo; no encontré ni hotel ni casa de huéspedes; mas afortunadamente logre encontrar alimentación en la casa de una amable señora, de nombre Mónica, quien me ofreció lo mejor que pudo y que tomé con ansia y satisfacción.
Ambulando por las calles se me apareció la figura riente y elegante de mi cariñoso amigo doctor Juan Rivero Alonzo, quien me prodigó sus mejores atenciones y que, cultor del béisbol, inmediatamente hizo tema de nuestra charla, la pelota, con entusiasmo y fanatismo que al correr el tiempo ha sido premiado con ponerle su nombre al campo de béisbol; el doctor es tizimileño desde 1912 y ama esa tierra.
Las calles se veían sórdidas y las paredes de mampostería descascaradas, en abandono; todo daba un tono de conformidad sembrada en el remoto pasado.
Las noches eran tenebrosas, pues aún no habían aparecido las lámparas eléctricas que hacen estallar la noche en raudales de luz y, en ese aspecto, a Tizimín poco le favorece la iluminación eléctrica en los días que corren, pues el comercio se ilumina con lámparas de gasolina y recuerda los días idos con noches tristes y oscuras.
El movimiento del gentío era lento y escaso. Su vida activa se desarrollaba en el monterío; no le había alcanzado la febricidad del progreso.
Los vehículos de transportación se reducían a los de tracción animal carretas y bolanes.
La población, según el censo, era de unas dos mil quinientas personas.
Circundaban su plaza principal el edificio de amplios corredores del ayuntamiento, la iglesia parroquial sin torres y desgarbada, y casas de mampostería o piedra.
Desde entonces no había tenido la oportunidad de volver a Tizimín. Pero ésta se presento como prolongación de mi viaje a Espita en ocasión de la inauguración del magnifico "Hotel Villa de Espita", obra de uno de los más amorosos hijos de espita, el Sr. Prof. Prudenció Patrón Peniche, intelectual de gran relieve.
Nos consideramos felices al relacionarnos en espita con el gentil caballero don Alfonso López Mezo, quien nos ofreció hospitalidad en su bella residencia, donde su joven esposa, señora Nidia Gonzáles de L.; nos prodigo finas atenciones de anfitriona amable, cosa que agradecemos infinitamente.
Al descender del tren juntamente con nuestros amigos López-Gonzáles lo primero que advertimos fue que la antigua estación había sido sustituida por un bello edificio de mampostería, cómodo y alegre.
¡Cuán distinto es el TIZIMÍN de hoy!
Un elegante automóvil que se deslizo sobre limpias y pavimentadas calles nos condujo a la residencia de nuestros amigos.
Nuestra primera visita fue al amigo Dr. Rivero, quien nos paseó por toda la población ilustrándonos sobre los particulares que nos interesaban; nos dice que la villa de TIZIMÍN tiene más de 17 mil habitantes, más de 100 vehículos de motor de gasolina que sirve para transporte de pasajeros y carga; servicio urbano de autobuses y también interurbano.
Por todas partes se ven casas de mampostería de reciente construcción o en construcción; mucha de esas casas son de la propiedad de trabajadores de la ciudad o de campesinos y no por eso dejan de tener líneas modernas de arquitectura.
Las calles pavimentadas, en gran extensión lucen limpias y simétricas y con el nivel apropiado para un desagüe rápido en época de lluvias. Para este desagüe se aprovecha un gran cenote a corta distancia del centro, al oriente, y una hondonada al suroeste, amuchas cuadras del centro hay en construcción un gran edificio, obra que están haciendo en colaboración del municipio, el estado y la federación y que será para la escuela "Manuel Alcalá y Alcalá". Me informan que el franco progreso de Tizimín se inició durante el gobierno municipal del señor Alfredo Arce Pérez quien le dio impulso que ha permitido al actual presidente municipal, Sr. Gustavo Osorio Barrera, como el antecesor de éste, continuar la transformación de Tizimín en una bella población.
La riqueza de TIZIMÍN proviene de la madera, la ganadería, el maíz, fríjol, la yuca en menor cuantía y la miel de abeja.
Hay en Tizimín nueve médicos y tres dentistas, un gabinete medico con rayos X y botica. La riqueza de TIZIMÍN permite un movimiento industrial envidiable. Hay tres salones de cines que trabajan alternadamente todos lo días.
El señor Eduardo Conde Arce tiene una gran fábrica de hielo que produce muchas toneladas del precioso refrigerante y está construyendo un gran cuarto de refrigeración para cerveza y comestibles.
Tizimín cuenta con la asociación deportiva Yucatán, que también se ocupa de asuntos culturales, literarios y teatrales; tiene su local con un gran salón cuadrilongo patio acondicionado para deportes. También tiene cosas curiosas y para estimar. Un indio maya de apellido Chimay tiene en construcción un edificio subterráneo aprovechando una gran sahcabera; este maya de oficio "Materialista", con plan o sin él, está realizando su obra y a conseguido mucho. Para ver este edificio se desciende con una escalera de piedra suave y al pisar el suelo se enfrenta uno con una galería de gruesas columnas y en forma semicircular con bancas de sahcab y en el fondo y en los laterales excavaciones comunicantes de formas diversas. Espaciados en toda la obra se ven mesas redondas y cuadriculares de sahcab, de distintos tamaños en algunos lugares son excavaciones o cuartos, hornacinas a veces en serie.
Los que conocen las famosas tinajas de San Juan de Ulúa Veracruz, pueden contemplar muchas de ellas reproducidas en este edificio, que en TIZIMÍN llaman catacumbas.
La idea de este edificio subterráneo de Chimay con sus intrincados cuartos, es seguramente la supervivencia del arte arquitectónico maya; es digno de ser visitado y de elogio.
El Tizimín de hoy es un Tizimín nuevo en franco progreso y admiración por esta bella tierra oriental. 
 
 
 
 
 
 
 
 

3 comentarios:

  1. Excelente relato, me lleva a un tizimín que nunca conocí...¿De que año es?

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  2. 1916 empezo el relato, pero de ahi dice el dr Ramon que regreso... gracias por comentar

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  3. Muy interesante la crònica que han realisado de Tizimìn, asi como mensionan el articulo integro que yo escribì sobre mi tìo bisabuelo el Cnel. Temìstocles Correa, les sugiero por favor incluir en dicha reseña al lic y gral. de brigada Gustavo Arce Correa (mi abuelo) de larga trayectoria en la revoluciòn y polìtica que se necesita se le haga justicia, en internet aparecen trabajos en canasta de ideas mexicanas que yo enviè sugiero que los revisen por favor. saludos. j.a.e.a.

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